En general un embarazo planificado es una situación especial, al comienzo un poco secreta en la pareja para asegurar la veracidad de la condición. Son meses de espera ilusionada compartiendo un futuro niño que hace realidad el proyecto de ser una familia. Imaginamos a quién se parece, que sexo tendrá, diseñamos la habitación, soñamos y compramos ropa para el día que se haga presente y seguimos imaginando, soñando, viviendo en el futuro posible y disfrutando este período tan especial.
Todos esos sueños se derrumban si en algún momento nos notifican que nuestro bebé soñado tiene una condición especial. Puede ser evidente desde el nacimiento o hacerse presente más tarde. No importa si se trata de un trastorno orgánico evidente como trastornos físicos (falta de un miembro, alteración en los dedos o el pabellón de la oreja, etc.), una dificultad cognitiva como por ejemplo alguna del espectro autista o el resultado de un trastorno genético etc. Desde ese momento se producen en los padres emociones muy diversas. Ese niño necesita más dedicación, mayor esfuerzo mental y físico y gran dosis de compasión.
Esta situación es compleja pues hay que, como padres, afrontar la discapacidad y confrontar a los amigos, familiares, profesores y la sociedad en general desde la verdad y la integridad moral. Al enfrentar la discapacidad del niño se producen cambios emocionales en los padres.
Esta situación es compleja pues hay que, como padres, afrontar la discapacidad y confrontar a los amigos, familiares, profesores y la sociedad en general desde la verdad y la integridad moral. Al enfrentar la discapacidad del niño se producen cambios emocionales en los padres.
Etapas Emocionales de los Padres
Es necesario recordar que cada pareja y familia es única y reacciona en forma particular por tanto no se puede generalizar pues algunos padres no pasan estas etapas o fases emocionales o no ocurren en el orden que se señalan. Sin embargo son frecuentes.1. Etapa de shock. El nacimiento de un bebé es un momento especial y generalmente de felicidad pero al saber que se trata de un niño con dificultades el primer momento es un golpe difícil y puede provocar una especie de shock.
2, Etapa de sufrimiento. Porqué a mí, mi familia es sana, esto es una desgracia, esto es muy difícil, que puedo hacer, etc. También se busca un culpable, seguro que es culpa de… o nos hacemos la víctima de una situación azarosa. En esta etapa puede sentirse tristeza que puede profundizarse y llegar a depresión.
3. Etapa de negación en la cual se rechaza la idea de la presencia de la dificultad y se consultan varias opiniones médicas.
4. Etapa de frustración dónde aparece la rabia, ira y resentimiento al saber, sin lugar a dudas, que la discapacidad está presente.
5. Etapa de aceptación cuando reflexionamos y entendemos que nuestro niño es diferente.
PARA LAS EMOCIONES NO HAY GUÍAS
SIMPLEMENTE SE SIENTEN O NO SE SIENTEN
Al principio no sabemos bien qué hacer pero un niño requiere de ciertos cuidados independientemente que sea un niño especial. Al actuar el rol de padres se nos hace cotidiana la dificultad y vamos aprendiendo a convivir con el niño con discapacidad.
A medida que el niño se desarrolla aparecen nuevos retos para los padres y familiares que pueden provocar la aparición de diversas emociones o de las fases mencionadas.
Esto no significa que no se acepta la situación sino que ha aparecido un cambio tal vez imprevisto. Además es importante reconocer que las emociones varían a lo largo del tiempo a veces aumentan de manera pasajera y otras disminuyen y se hacen más saludables.
Nuestros sentimientos o emociones, ante esta situación, son personales y tenemos derecho a sentirlos y mostrarlos si nos es necesario.