Soy hija de emigrantes, por ello no tuve la dicha de tener a mi familia cerca , a mis abuelos, tíos… mis tíos fueron los amigos de mis padres en su nuevo país y claro ellos eran contemporáneos. Por eso, la verdad es que no vivimos en nuestros primeros años experiencia alguna con la muerte, nos sonaba ausente y ajeno esa experiencia. Claro que sentimos la tristeza de la pérdida de esos abuelos primero, pero eran las tristezas de mis padres, no nuestra y sí, algo de nuestra, porque al final no los tuvimos con nosotros… Al crecer, paulatinamente si fuimos sintiendo ya la muerte como algo más cercano, tíos que sí conocimos se fueron y a ellos los lloramos en su día pero aún lejos, amigos tíos también, esos más sentidos pero ya el día a día nos había alejados, cada quien en sus cosas. Debo reconocer que en mi casa no era un tema tabú, la verdad ninguno lo era, pero este en particular menos, era un tema constante, hasta de juego… Mi papi decía que uno venía desnudo y sin nada y así se
Médico y psicoterapeuta. Pionera de la P.N.L. en Venezuela.