¿Por qué este tema? Por las dificultades provocadas por la pandemia al implantarse la cuarentena y distancia social.
La experiencia personal me ha dado a conocer lo que me sucedió cuando nació mi hijo y pedí que me lo pusieran sobre mi porque había leído un poco que se debía hacer eso con los recién nacidos. El obstetra por supuesto hizo un comentario parecido a “Mamá primeriza …” y todos rieron pero yo sentía algo muy especial. De allí en adelante hicieron lo que era costumbre para esos momentos.
Más adelante tuve una situación que me hizo sentir mala persona porque me presentaron a un señor “normal” y como es costumbre le extendí la mano y aún recuerdo el desagrado que me produjo el apretón de manos. Nunca se me olvidó y lo peor es que decidí no mantener relación con esa persona. En estos momentos de pandemia tenemos poco o ningún contacto físico con nuestros familiares y amigos lo cual me llevó a considerar este tema del contacto.
El primer contacto de un niño con el mundo exterior es al nacer y hoy en día se propone el contacto temprano del niño piel a piel con mamá. De esta manera se mantiene al bebe caliente y calmado lo cual lo ayuda en su transición de una ambiente uterino al mundo exterior.
Se ha demostrado que los niños que tuvieron contacto piel a piel al nacer y post parto fueron amamantados más fácilmente y la madre lo mantiene por más tiempo. Por otra parte se ha reportado que los bebés tienen mejores niveles de glucosa sanguínea.
Desde el punto de vista de las especies Harry Harlow fue el primero en estudiar las necesidades materno filiales de los monos como son la separación y la dependencia de los bebes mono. A los monos pequeños se les colocó una “madre de tela y una de metal y demostró que preferían la de tela aunque la de metal les proveía el alimento.
Posteriormente se estudiaron, en la misma especie, los efectos del aislamiento social parcial y total demostrando que el parcial tenía efectos como mirada al vacío, movimientos circulares con poca relación con el ambiente, mecerse continuamente y auto mutilación entre otros. El aislamiento total generó monos con trastornos mentales severos y hasta muerte por anorexia. Entre otros efectos.
En ratas posteriormente se demostró que el estrés debido a la presencia del investigador o por falta de estímulos táctiles se debe a que se activa el sistema pituitaria adrenal, se elevan los niveles de cortisol y de ACTH (hormona adeno-cortico-trópica). Al tocarlas y acariciarlas disminuye el estrés pues aumentan los receptores de glucocorticoides en regiones específicas del cerebro y disminuyen los niveles de cortisol.
También se ha demostrado que los animales que no reciben estímulos táctiles tienen un sistema inmunológico deprimido.
Tactos Humanos
Para los humanos el tacto es un sentido que nos permite recabar información de texturas y formas por lo cual nos ayuda a identificar objetos desde la infancia. Ciegos con el tacto sustituyen gran cantidad de conocimientos que los videntes adquieren por medio de la vista.
Además el tocar tiene un componente afectivo que se comunica pues darse la mano puede percibirse como agradable o desagradable. Más aún el tocarse interpersonal permite establecer reconocimiento del otro y afiliación o apego con efectos de apoyo, formación de grupos o equipos, y conducta sexual o también puede ocurrir que se rechace la posibilidad de establecer esa comunicación.
Está demostrado que las expresiones de afecto usando el tacto conllevan a salud mental, emocional y física.
El tocarse es un factor central en las interacciones sociales de los humanos porque el tocarse trasmite emociones de la persona que toca a quien es tocado pero se discute si es un aprendizaje social o tiene especificidad neuro fisiológica (orgánica: sistema del tacto con sistema nervioso central - emociones).
Las emociones afiliativas -amor, apoyo social- etc., son sentidas (evocadas) y actuadas al tocar suavemente a la persona es decir que poseemos comunicación emocional táctil, siendo la corteza insular la responsable de esta respuesta.
El tocar a la persona disminuye la producción de cortisol y por tanto el estrés y aumenta los niveles de oxitocina, hormona del apego y excitación que se segrega durante las relaciones sexuales, el parto y la lactancia.
Siendo así es claro que el contacto físico genera respuestas neuro endocrinas de apego y excitación produciendo bienestar. Específicamente hay un sistema mecano sensitivo (presión mecánica-sensación) que responden a un tocar suave y se siente agradable, son las fibras C táctiles (fibras CT) cuya activación está linealmente relacionada con la sensación de placer con activación de las áreas corticales límbicas siendo muy importante la activación de la corteza insular.
Es muy curioso que la persona que toca tiene que ser tocada pues parece que esas fibras CT tienen efectos emocionales en quien toca. Es posible que el tacto esté implicado en la comunicación entre individuos pudiendo ser un canal de comunicación con su propio “lenguaje”. Falta mucho por estudiar.
Parece que los humanos muestran la habilidad de comunicar emociones pro-sociales como el amor, gratitud y simpatía (emociones de intimidad) fundamentalmente a través del tacto. La rabia, ira, alegría, orgullo, timidez y otras (emociones de sobrevida) se expresan por medio de la palabra y usando lenguaje corporal es decir expresiones corporales. Estos trabajos señalan que las emociones pueden ser socialmente comunicadas por medio del tacto siendo la ventaja para comunicar excitación sexual, deseo y lujuria más que otras emociones afiliativas o de apego.
Se considera que: el contacto físico entre personas genera regulación emocional, mejor autoestima, aprobación, refuerzo y pertenencia al grupo.
Últimamente se estudiaron personas adultas que han estado en prisión en aislamiento o son adultos mayores recluidos en asilos y se ha demostrado que cuando la persona no tiene contacto físico con otra persona presentan síntomas relacionados con depresión.
Pero hay dos casos particulares: el aislamiento por la pandemia y Emigrar.
Con la pandemia se produce el aislamiento y la distancia social por tanto solamente tenemos contacto físico con personas con quienes vivimos. Perdemos muchos de los estímulos que recibimos a través del sentido del tacto.
Desde bebés socializamos a través del tacto y sentimos emociones positivas y protección.
La Falta de Contacto Físico en la Pandemia
Con la pandemia del coronavirus COVID-19 y la consecuente reducción de contacto físico con personas fuera de nuestro núcleo de convivencia, se ha puesto de manifiesto que, de repente, no tenemos la oportunidad de experimentar parte de los muchos estímulos que esperamos en situaciones cotidianas.
Con la pandemia y distanciamiento o aislamiento perdemos muchos de los estímulos que recibimos a través del sentido del tacto y por tanto perdemos emociones positivas y de protección.
A los adultos les falta el apretón de manos, un beso o un abrazo. Al comienzo puede incluso ser gracioso pues intentamos sustituir por gestos diferentes al estar cerca de amigos pero a la larga es como si “algo falta”.
Hemos vivido y usado el tacto para establecer relaciones o para decir “un te quiero”, “estoy enamorado de ti”, etc. Tuvimos que dejar de usar una herramienta y ahora sentimos que no podemos expresar ciertas cosas.
Nos hace falta ese tocar al otro y sentir que el otro nos toca.
En realidad nos falta una forma de interacción o comunicación.
La falta de contacto puede afectar a nuestra salud mental provocando sentimientos de desesperanza, estrés, rabia y falta de motivación. Además se cree que puede producir dificultades para sentirse conectados con el otro y las relaciones interpersonales se empobrecen. La falta de contacto físico también puede provocar problemas de ansiedad y estrés que acaban repercutiendo en otras áreas como puede ser la alimentación, favoreciendo el comer en exceso como consuelo emocional.
Además, el tacto es esencial para la función inmune, ya que reduce los niveles de cortisol y cuando los niveles de cortisol aumentan por falta de contacto, el sistema inmune disminuye su eficacia. Por otra parte el aumento del cortisol disminuye los niveles de serotonina, que regula los ciclos del sueño y si disminuye hasta ciertos niveles provocar tristeza y hasta depresión.
El estado de ánimo y el sueño son funciones vitales para mantener un buen estado de salud.
Consejos para Evitar la Falta de Contacto
Caricias- palabras-imaginar-mirar-sonreir- mascotas- automasaje-fantasear el futuro-esto pasa-puede haber nueva comunicación
En definitiva, la falta de contacto físico puede estar afectando mucho más de lo que parece a nuestra salud. Para minimizarlo mientras dure esta situación:
1. Aumentar las caricias y el contacto afectivo con las personas del hogar para compensar la falta de contacto social. Permitirse acercarse a esa o esas personas con quienes convive para reforzar el contacto físico. "Una sola persona no puede compensar el déficit social pero quien pueda estar en contacto al menos con alguien más estará más protegido a nivel emocional".
2. Expresar con palabras los sentimientos y los impulsos cariñosos. Como no se pueden expresar con abrazos, besos, palmadas u otros gestos, conviene más que nunca recurrir a palabras de agradecimiento, afecto, reconocimiento, etc., o a expresiones como "te echo de menos", "tengo ganas de verte" o "quisiera darte un abrazo".
3. Identificar la emoción y las sensaciones que se producen al imaginar que se da un abrazo a otra persona, y si es posible expresárselo.
4. Al salir a lo indispensable valorar las miradas. Buscar el contacto visual para descubrir los pequeños gestos que permiten saber qué siente la otra persona, y que a su vez esa otra persona pueda reconocer nuestras sensaciones y sentimientos.
5. Sonreír. Aunque sea debajo de la mascarilla, los ojos transmiten la expresión de la sonrisa. Además, sonreír tiene muchos beneficios para la salud: para quien sonríe y para los demás.
6. Explorar otras opciones de fomentar el sentido del tacto. Por ejemplo, se ha demostrado que el acariciar y jugar con nuestras mascotas puede ser de gran ayuda.
7. Enfatizar o recuperar otras formas de comunicación: la escritura, la música, la danza, etc.
8. Si se vive solo: Probar el automasaje puede ser una opción para estimular los niveles de endorfinas en la piel. Tocarse a uno mismo tiene efectos satisfactorios. No será como tocar o ser tocado por otra persona, pero puede servir para aliviar al menos en parte la necesidad.
9. Fantasear y planear futuros eventos sociales y de contacto.
10. Recordar que esta situación es transitoria y que en el futuro aprenderemos nuevas formas de comunicarnos.
11. Apostar a que vamos a recuperar el contacto físico. Además hay que mantener unos hábitos alimenticios saludables y tener un estilo de vida activo en nuestra rutina diaria, manteniendo el ejercicio, dado que repercute positivamente en nuestro estado de salud en general y ayuda a minimizar y/o compensar cualquier otro problema que podamos estar experimentando.
En algunos casos cuando el contacto se interrumpe de manera repentina, como es el caso de emigrar y en algunas personas en l aislamiento social o cuarentena al comienzo de la pandemia puede haber malestar físico y emocional.
La persona mantenía relaciones a través del tacto y violentamente se quiebra la relación Se puede producir en efecto semejante a un síndrome de abstinencia por falta de consumo de drogas y, en consecuencia, experimentar malestar, estrés, ansiedad, angustia, sensación de vacío, de inutilidad, soledad y tristeza.