Más de una vez te puedes encontrar sintiéndote verdaderamente rabioso durante un intercambio de opiniones con un amigo pues no logras que el otro “entienda” tu posición. Ya han pasado un buen tiempo intercambiando opiniones hasta el extremo que te parece que el otro simplemente lo que no quiere es entender y eso te molesta aún más. La rabia puede llegar al punto en el cual comienzas a sentirte incómodo y a no tolerar al otro, subes el tono de voz, hablas sin respetar que tu compañero no ha terminado la frase e incluso si la molestia aumenta más utilizas expresiones que disminuyen al otro. Evidentemente si continúa la situación la violencia puede llegar a ser importante y las expresiones subir de tono e incluso ser irrespetuosas. De allí en adelante la rabia o ira puede ser incontenible y provocar un evento lamentable para la amistad.
La rabia o ira es una emoción desagradable que aparece cuando no se consigue una meta o no se satisface una necesidad. Los sentimientos de rabia o ira son parte de una escalada que va desde irritación, rabia, pasa a hostilidad con comentarios negativos hacia los otros, furia y puede llegar a agresividad que puede causar daño físico a cosas o a las personas. Físicamente hay una agitación importante, hiperactividad, aumento de tensión muscular y de presión arterial con aumento de la frecuencia cardíaca, incluso puede haber sensaciones parecidas a las de miedo. Estas sensaciones son debidas a la activación del sistema simpático con secreción de adrenalina. Generalmente la rabia se acompaña con posiciones de defensa y oposición a los otros con comentarios negativos a veces inadecuados.
La ira es una emoción básica necesaria pues se produce como defensa al ambiente o a personas y permite aumentar la energía, acelera el pensamiento y las acciones e incluso puede ser un llamado de atención que evite la agresividad.
Las situaciones de rabia y de agresividad crónicas provocan diversos problemas orgánicos y psicológicos sobre todo si la persona no expresa la rabia lo que se conoce coloquialmente como que “se traga la rabia”; es la ira interna. Otras personas expresan la rabia con gran irritación que luego lleva a conductas verbalmente agresivas o físicas hacia objetos o personas; es la ira externa que se caracteriza por pensamientos reiterativos que mantienen el desagrado y la furia.
La más sana de las conductas es el control de la ira dónde la persona usa una serie de estrategias para disminuir la intensidad y duración de la rabia. Esta conducta frecuentemente resuelve el problema que provocó la reacción o los actores se separan para esperar un momento más adecuado para resolver.
Lo ideal es controlar la ira para lo cual es necesario tener constancia para aprender a controlarnos. Recordemos que lo que es automático es la respuesta que estamos evitando y por eso las sugerencias tenemos que pensarlas y adecuarlas a nosotros pues somos únicos y respondemos a nuestro tiempo y a nuestra manera.
10 Sugerencias Para Controlar la Ira
- La aparición de reacciones de ira tiene una estrategia que es personal. Si logramos reconocer los primeros pasos que componen esta estrategia podemos evitar la aparición de rabia o la sensación de ira.
- Es necesario enfocarnos en el resultado que deseamos obtener y cuáles son los pasos a dar en lugar de ver las diferencias o que provocó la rabia porque muchas veces tomamos la situación como un enfrentamiento o agresión personal del otro y por tanto nos defendemos agresivamente.
- Mejorar la autoestima permite controlar la ira más eficientemente. Las personas con baja autoestima tienden a sentirse atacados más frecuentemente que quien tiene una autoestima fuerte y responde más pausadamente. Es importante entonces aumentar nuestra auto-valoración positiva.
- Las personas asertivas pocas veces provocan reacciones de ira en los otros. Además ser asertivo o aprender a serlo ayuda a tener un mayor auto-control pues no caemos en la provocación o respondemos en forma más centrada a la sensación de ser agredido que es causante de la ira.
- Reconocer los primeros síntomas del malestar que antecede a la rabia permite evitar la respuesta iracunda pues se evita y controla la aparición de la ira. Hay personas que no se dan cuenta de que están poniéndose molestas, levantando la voz, etc. Es necesario que se entrenen en auto escucharse y darse cuenta de los primeros síntomas de molestia para poder frenar la ira.
- A medida que se logra el auto-control se evita la rabia y nos sentimos centrados y además hacemos más automáticas las respuestas que evitan la aparición de situaciones de ira. A mayor cantidad de situaciones resueltas evitando la rabia, reforzamos más la autoestima y el control de la ira.
- Tomarse tiempo antes de responder. A veces pequeñas pausas permiten disminuir la sensación de rabia y podemos enfocarnos en el objetivo.
- Separarse de la situación que lo está violentando. A veces es necesario cortar la interacción pues la presencia del otro o de la situación provoca una reacción inmanejable. “Ante la posibilidad de actuar con violencia inmanejable separarse es la mejor solución”
- Aprender relajación muscular progresiva. Es una técnica muy simple contrayendo y relajando sucesivamente grupos musculares específicos y al terminar se ha relajado todo el cuerpo.
- Uso de la imaginación para darnos cuenta que tipo de respuesta queremos aprender y comprobar que sea de nuestro agrado.
Otras Consideraciones en el Manejo de la Ira
- Cambiar el entorno. Si el entorno te da motivos para irritarte, por ejemplo la presencia de algunas personas que te irritan o problemas que realmente no son tuyos o exceso de responsabilidades, deja ese entorno si te es posible.
- Revisa si la rabia perturba tus relaciones con familiares, amigos, compañeros de trabajo, o incluso con desconocidos. Si es así el problema es posiblemente tuyo pues son múltiples entornos que no te satisfacen. Se hace necesario que aprendas a manejar la ira.
- Chequea tus pensamientos y date cuenta si mantienes la rabia pensando en la situación. Hay que dejar pasar los pensamientos y enfocarte en lo real.
- Toma un descanso si estás estresado.
- Haz ejercicio pues así drenas la rabia.
- Si no puedes controlar tus emociones busca ayuda.