Estamos separados físicamente ¿en el mismo país? ¿en la misma casa? A lo mejor en otro país porque un miembro de la pareja emigró o por que la cuarentena nos encontró fuera de Venezuela trabajando, en un curso, en un congreso, de visita familiar. En todo caso el hecho es que estamos lejos físicamente el uno del otro.
Socialmente la lejanía física, el aislamiento y la soledad han sido estigmatizados. En algunas sociedades no tener pareja, para una mujer era inadecuado; aunque ahora está cambiando esa visión de la mujer.
Como especie somos animales sociales, de manada y desde el punto de vista social y de creencias el “prójimo” es muy importante, hay que cuidarlo y ayudarlo.
Todas estas consideraciones hacen que se evalúe como “malo” estar solo. En muchos casos familiarmente se considera un fracaso social. A medida que vamos envejeciendo se va disminuyendo nuestra red social y en algunos casos la persona queda aislada.
El amor en lejanía se pierdeEsta frase frecuentemente es aceptada socialmente lo cual no se compadece con la realidad que nos muestra que los soldados y marineros durante su entrenamiento o su trabajo se separan de su familia por un tiempo que puede ser prolongado. También los sacerdotes o hermanas de ciertas religiones, los
budistas etc. se aíslan totalmente durante un tiempo de trabajo religioso.
¿Qué Puedo Hacer?
Si durante el aislamiento tienes sensaciones corporales o emociones desagradables producidas por la ansiedad, miedo o tristeza debida a la separación de tu pareja o familia es necesario que te enfoques en ti. Revisa que estás pensando, es posible que tengas pensamientos sobre posibles problemas futuros. Es necesario modificar esos pensamientos.
Lo primero es aceptar la necesidad del aislamiento y darte cuenta que lo que estás es cooperando y apoyando a la pareja para que no se enferme y viceversa.
Date cuenta que es una ventaja pues descansan uno del otro y luego pueden re encontrarse.
Si aceptar la situación se pone difícil toma un tiempo para recordar quién es el otro, porque lo escogí, de que me enamore.
Utiliza este tiempo para reflexionar preguntándote y contestando
- ¿Cómo éramos y cómo quiero ser con mi pareja?
- ¿Qué cosas buenas tiene ahora que yo no conocía?
Programa tu futuro en pareja. Planifica, lo que depende de ti, para hacerlo adecuadamente y disfrutar ese premio por el tiempo separados.
Jueguen en la distancia. Desde leer la mente, reconocer palabras en desorden, el juego de stop, juegos de la red dónde intervienen todos los integrantes de la familia. Podemos estar separados pero no alejados.
Aprendan algo que la pareja –los dos- quiere.
LOS MOMENTOS DIFICILES SON PROPICIOS
PARA CAMBIAR PARA MEJOR O PEOR.
Dra. Mercedes Schnell