La cuarentena nos ha colocado en una difícil situación. Por una parte estamos confinados a un espacio y tiempo compartido con todos los integrantes de la familia y, por otra parte no podemos trabajar fuera de casa lo cual puede disminuir nuestra efectividad laboral y, en algunos casos hay una fuerte disminución en el ingreso económico familiar. Un cambio en nuestra productividad puede provocar una sensación solapada de devaluación, angustia, estrés.
Cuando nos definimos o completamos la frase: "Yo soy…" Una de las primeras respuestas se relaciona a nuestra profesión u oficio: "Yo soy ingeniero…", "Yo soy empresario…" etc. En nuestra sociedad no es frecuente contestar "Yo soy padre de tres niños" o "soy padre de un adolescente y un niño". La expresión común es: "Tengo un niño de x años y un adolescente", como si fuesen un objeto.
Incluso, muchas veces, cuando la persona no produce un ingreso económicos o se responsabiliza por las tareas del hogar, no se considera que trabaja. Ser ama de casa o ejercer labores del hogar es un oficio muy poco valorado. Es evidente que no poder controlar el trabajo genera una situación de inestabilidad.
La cuarentena nos ha colocado en una posición difícil e interesante pues nos permite:
- Experimentar quiénes somos, si no somos económicamente.
- Explorar quiénes somos en solitario.
- Ser la familia que hemos querido ser.
Es una situación tan difícil que en algunos países se ha publicado que hay personas prefieren mantenerse productivos trabajando en alto riesgo para mantener la solvencia económica.
Copio un titular del periódico The Guardian: "Older people would rather die than let Covid-19 harm US economy". Es decir la persona prefiere morir que cuidar su salud porque puede vivir una posible dificultad por pérdida económica.
Aún más en el caso de algunos países hay autoridades que definen como prioritario lo económico:
El presidente Trump sugirió que la crisis económica resultaría en un mayor número de muertes por suicidios que la pandemia. A su vez el gobernador de Texas, Dan Patrick, hizo pública su opinión "¿Debemos cerrar todo el país por esto? Creo que podemos volver al trabajo".
En ninguno de los dos casos se tomó en cuenta la opinión de los expertos.
Otra situación llamativa que se ha presentado es que con frecuencia las familias no saben lidiar con la presencia continua de los otros miembros, bien sea la pareja o los niños. Lo contradictorio es que antes de este evento nos quejábamos de la falta de tiempo para disfrutar a los hijos, a la pareja, para refrescar la pareja, etc.
Aún más curioso es el hecho de que al decretarse la cuarentena y distancia social en diversos países, algunas familias expresaron que no podían ayudar a los niños con las tareas virtuales implementadas por los colegios, ni entretenerlos las 24 horas del día.
Refieren que necesitan momentos de pausa. Se les hace tan difícil la situación que actualmente hay niñeras virtuales que asumen el cuidado de los niños, hacen las tareas con ellos y también juegan y se divierten aunque están acompañados por sus padres.
¿Que Nos Ha Pasado Como Sociedad?
Decimos el refrán mucho ruido y pocas nueces: mucho quejarnos de la falta de tiempo o el exceso de trabajo para estar en familia y ahora nos damos cuenta que somos nosotros quienes no sabemos cómo hacerlo.
Ser padres las 24 horas del día requiere PACIENCIA, RESPETO y PERSISTENCIA además de AMOR que siempre debe estar presente. Necesitamos además saber que somos mucho más que profesionales y trabajadores productores de dinero.
¡Buenas Noticias!
Podemos cambiar, ahora es un momento de oro para:
- Comunicarnos con nosotros mismos y reflexionar para reconocer y aceptar quiénes y cómo somos.
- Soñar y decidir si queremos cambiar, desarrollar un plan para ese cambio y comprometernos a cumplirlo.
- Tenemos tiempo para generar proyectos que pueden ser nuevos o los que no hemos ejecutado por falta de tiempo
- Comunicarnos con los otros es el momento de hacer familia de relacionarnos con nuestros hijos y pareja, de conocernos en profundidad, de compartir nuestras dudas y miedos, de hacerles saber que los amamos.
- Mejorar la comunicación en ese mundo personal que es la familia.
- Reconocer la forma de comunicación de cada uno para mejorar la manera de confrontarnos ante las diferencias. Es decir aprender a DIALOGAR pacíficamente
- Volver a divertirnos con nuestros hijos.
- Enmendar los malos entendidos pasados y lograr aprender a evitar discusiones inútiles. Ahora tenemos tiempo para aclarar lo que decimos.
- Aprender que somos diferentes y disfrutar esa diferencia. Que aburrido debe ser un mundo donde todos fuésemos iguales. ¡Todo predecible!
- Relacionarnos con familiares con los cuales habíamos perdido la comunicación.
- Contactar a nuestras personas queridas que han emigrado.
- Trabajar a distancia si podemos.
Lo importante es que podemos lograr ser
una familia agradable, divertida y sana y además, trabajar.
Para usar otro refrán: lo cortés no quita lo valiente. Ser productivo nunca debe impedir ser padres. El equilibrio es un arte.
Ahora te das cuenta de cómo y
cuánto es el trabajo de quien se queda en casa.
No dudes de ti si te es difícil la cuarentena.
Si crees que no puedes solo: HAY TÉCNICAS PARA LOGRAR TODO ESTO y mucho más.
Es posible que las encuentres en el resto del blog, si no comunícate.
¡Hay tantas cosas que ya hemos mencionado en artículos previos!